Entradas populares

domingo, 29 de septiembre de 2019

Regiones y ciudades en Latinoamérica

Las cifras de población que muchas ciudades latinoamericanas alcanzan en la actualidad y las que su rápido crecimiento permite prever para lo futuro, las colocan, o las colocarán pronto, en el rango de lo que se ha dado en llamar “grandes ciudades”. 

Resultado de imagen para earth from space night

La observación de los planos y un ligero análisis de las condiciones de estructura física de estas ciudades nos permiten notar las enormes diferencias que existen con aquellas de los países desarrollados que acuñaron el título de “grandes ciudades”. Sus plantas generales, retorcidas, distorsionadas, disgregadas en numerosos espacios edificados, separados entre sí por otros vacíos, muy poco guardan ya de aquellas ciudades iniciales con traza en damero, con miras, entre otras cosas, a considerar su crecimiento organizado.

Su actual crecimiento irregular, desorganizado e incongruente, es el reflejo de profundas causas de origen económico y social y de la absoluta falta de adecuada planificación urbana. 

El crecimiento inusitado y repentino de algunos centros menores ha llevado a decir, refiriéndose específicamente a los casos de Mexicali y Tijuana en México, que “ son elocuentes al punto de hacer deseable que ninguna otra ciudad de México crezca en semejante forma... y es significativo que las dos ciudades de más rápido crecimiento de toda esta zona... junto con ciudad Juárez constituyan el más atroz ejemplo de urbanización caótica”. 

Resultado de imagen para sobre poblacion america del sur

Exactamente las mismas palabras podrían aplicarse a una gran cantidad de ciudades latinoamericanas en el momento actual. La bibliografía que avala tal conclusión es muy abundante.

Con una carencia casi absoluta de servicios urbanos para grandes porciones de la superficie que ocupan; con grandes cantidades de habitantes viviendo en casas inadecuadas y en áreas donde campean la pobreza y la carencia de medios de educación formal mínima; ocupando un territorio desmesuradamente extenso para la población que lo habita con la consecuencia de innumerables problemas de todo tipo, las ciudades latinoamericanas son, cada vez más, ciudades grandes, pero no grandes ciudades.



Un examen de las características más salientes de la urbanización en América Latina permite poner énfasis en: la rapidez del proceso en las últimas décadas y la tendencia a la concentración que experimente la población de la región. Si se examina la tasa de urbanización de la región, entendida como el ritmo de aumento relativo de la población que vive en centros de más de 20 000 habitantes en relación a la población total, se ve que pasó de 1,26 por ciento anual en la década de 1920 a 1930, a un 2,s en la década 1950-1960, mostrando un leve descenso en el período 1960-1970, en que sólo alcanza un 2,2 por ciento. 

Estas tasas, aunque inferiores a las registradas en las regiones desarrolladas durante los períodos de mayor urbanización, se explican, al menos en parte, por la compensación originada en la alta tasa de crecimiento de la población rural. Para comprender la magnitud de la transformación urbana de América Latina, es preciso ir más allá del estudio de las tasas de urbanización y analizar el "crecimiento urbano", es decir, el aumento del número de personas que residen en núcleos urbanos de 20 000 habitantes y más, cuya tasa anual de crecimiento en el período 1960-1970 alcanza a un 5,2 por ciento para la región. Tasas similares se dieron en los países desarrollados debido a la rápida disminución de la población rural; sin embargo, en América Latina esta última continúa creciendo, en cifras absolutas, en casi todos los países. 

Es más fácil percibir la magnitud e importancia de la explosión urbana en América Latina a partir de la información acumulada acerca de los distintos niveles de urbanización alcanzados por la región durante las dos Últimas décadas, en que el porcentaje de la población total residente en núcleos de 20 000 habitantes y más pasó de un 26 por ciento en 1950, a un 33 por ciento en 1960 y a un 41 por ciento en 1970. Por su parte, los centros urbanos habrían absorbido respectivamente, en los dos últimos decenios, el 55 por ciento y el 67 por ciento del crecimiento demográfico total de la región. Ambas situaciones dejan entrever la aceleración del proceso de concentración urbana de la región. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario